Dicen que ...
Dicen que soy sensible porque, una vez
disparadas, las frases me huelen a plomo o a piedra. Tierra en
pólvora húmeda porque lloro cuando lloran y en mi rostro se adivina
el pozo negro de un Campo Blanco de flores silenciosas contra la
tapia.
Me dicen que soy demasiado tierna
cuando ven los ojos salir de su guarida, alzar el vuelo y aletear
para posarse en los pétalos más luminosos. Mariposas que ni Nabokov alcanzaría con la red de sus palabras y cualquiera las atrapa con una sonrisa la mar de sencilla.
Yo creo en los besos soñados, las
fresas silvestres y en los lirios muy blancos: los dedos en ramas, la risa muy líquida y poca la sombra.
Mira. Ven y toca mi pecho,
es aquí donde el tiempo mece a la vida; aunque yo me vuelva estéril
y la fatalidad orgánica proceda a transmutarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario